Describe tu maternidad con una palabra.
Estresante.
Si tuviera que elegir una sola palabra para describir mi maternidad con alergias sería estrés.
Raro es el día que no me llega un mensaje a Instagram o Facebook dándome la "enhorabuena" por llevar tan bien el día a día con las alergias de mis hijos.
Pero en realidad mentiría si os dijera que no tengo estrés y ansiedad, y lo peor de todo es que con el tiempo he aprendido a vivir así, las 24h al día en alerta, intentando dar el 200% por mis hijos, tratando de que lleven una vida lo más parecida al resto de niños que no tiene alergias.
Por eso, cuando otros padres te dicen, bueno no es para tanto, hay cosas peores, mientras su hijo en ese momento se esta comiendo un bollo de nata, pues me dan hasta taquicardias.
Se que por desgracia hay cosas peores, mucho peores, pero nadie me habla de lo maravilloso que es ir a comer a un restaurante y no tener que sacar un tupper o tirar de un potito aún teniendo tu hijo 9 años.
Cuando escribo en el blog o redes sociales intento normalizar las alergias alimentarias, al principio todos sabemos que cuando nos dan el diagnostico pasamos por miedo y culpa, además de no saber en que mundo nos adentramos.
Estresante.
Si tuviera que elegir una sola palabra para describir mi maternidad con alergias sería estrés.
Raro es el día que no me llega un mensaje a Instagram o Facebook dándome la "enhorabuena" por llevar tan bien el día a día con las alergias de mis hijos.
Pero en realidad mentiría si os dijera que no tengo estrés y ansiedad, y lo peor de todo es que con el tiempo he aprendido a vivir así, las 24h al día en alerta, intentando dar el 200% por mis hijos, tratando de que lleven una vida lo más parecida al resto de niños que no tiene alergias.
Por eso, cuando otros padres te dicen, bueno no es para tanto, hay cosas peores, mientras su hijo en ese momento se esta comiendo un bollo de nata, pues me dan hasta taquicardias.
Se que por desgracia hay cosas peores, mucho peores, pero nadie me habla de lo maravilloso que es ir a comer a un restaurante y no tener que sacar un tupper o tirar de un potito aún teniendo tu hijo 9 años.
Cuando escribo en el blog o redes sociales intento normalizar las alergias alimentarias, al principio todos sabemos que cuando nos dan el diagnostico pasamos por miedo y culpa, además de no saber en que mundo nos adentramos.
Por eso intento mostrar las alergias alimentarias de mis hijos con normalidad, ya que para nosotros es nuestro día a día, no hemos elegido tener hijos alérgicos, así que hemos aprendido a vivir así, y no os voy a engañar tengo miedo de que algún día le pueda pasar algo a mi hijo y no saber como actuar o simplemente no estar con él para poder ayudarlo, por eso para mi la palabra que define mi maternidad con alergias es estrés.
Y ni aún así cambiaría un solo segundo con ellos ♥
¿Y tú con qué palabras describirías tu p/maternidad con alergias?
Un besito!
Nosotros de momento nos libramos. Entiendo tu estrés de todos modos. Y tampoco entiendo del todo esos comentarios que comentas que te hacen ¿no?
ResponderEliminarMi hija es altamente alérgica a la proteína de la leche y al huevo. Tiene 5 años y ha nacido con ello sin ninguna perspectiva de que esto cambie en los próximos 20 años. La gente confunde alergia con intolerancia, y muchas veces, con puro capricho. No me creen. A los abuelos les ha costado un susto tremendo que casi le costó la vida a mi hija para entender que esto de verdad no es una pijada. Cuando le pido por favor a que un camarero se asegure de que los platos estén libres de huevo y PLV con la cocina antes de decirme "creo que sí", llegué a escuchar una vez de una camarera, "cómo mola, tu hija ya naciste vegana". Mis más honestas ganas en este momento era de tirarle un filete a la cara.
ResponderEliminarCon 1 mes de vida empezó a tener cólicos. Nadie me creía. Al tercer mes de llantos diarios y a veces semanas enteras sin hacer caca, volví a pedir ayuda a la pediatra, me dijo que podría ser alergia pero que era una prueba horrible que no querría someter a mi hija. Me llamó exagerada a la cara. Le creí. Pero por iniciativa propia deje de tomar lactosa. Al cuarto mes fui a una sesión de La Liga de la Leche. Por primera vez me han escuchado y creído, y me dijeron que probara dejar de tomar leche en general. Al cabo de una semana, por primera vez en su vida mi hija durmió sin el llanto de dolor de tripa que iba desde las 21 a 0:00. Todos. los. días.
Cuando por fin descubrimos la alergia ya habían pasado 5 meses y ya de pediatra nueva, descubrimos no solo la alergia a PLV sino además al huevo.
@sintrazasdeleche, ánimo. No estás sola. La maternidad es una decisión, como cambiar de país, como casarse, como subir de puesto de trabajo, o abandonar uno. Hay estrés mires donde mires. Hay dificultades siempre, y muchas. No hay que verlo como algo anormal; es una constante.
Con la alergia de mi hija he tomado una decisión, de tomarlo como algo positivo. Ella come mucho más sano que los otros niños. Se enferma hasta 5 veces menos que los demás porque se alimenta mejor y libres de ingredientes que pueden afectar el sistema inmunológico. Lidia mejor con los límites porque ya tiene uno bastante gordo que no es negociable. Vivimos en una época mucho más informada a nivel nutricional, en un país mejor preparado en comparación con otros. La carta de alérgenos en la hostelería es una obligación legal, hay muchos restaurantes con opciones sin alérgenos (de bares a estrellas Michelin jamás hemos dejado de ir a sitios nuevos para comer, todo lo contrario, nos motiva a buscar nuevos). Y siempre pienso, y se lo digo a ella, que para nada es un problema para nosotros porque no había mejor elección de padres, para una niña alérgica, que nosotros. Los frikis de la letra pequeña alimentaria. Antes miraba que si calorías, que si grasa, sal, colorantes. Ahora solo tengo que buscar un par de cosas más.
Conozco a madres con niños que no pueden ni usar pañales desechables porque tienen un componente a base de huevo. Otra mamá cuya hija es celíaca, que a pesar de todas las opciones que hay hoy en día sin gluten vive de hospitales a analíticas, de complicaciones gastrointestinales. Viajamos muchas veces a países en los que de verdad no hay ni bebida de soja sin leche incluida ni una santa galleta, otros países en los que no sabemos ni leer los componentes.
Pero como tú dices, no lo cambiaríamos por nada en el mundo.
No estás sola. Eres la mejor mamá que tus peques podrían tener, con el amor y el valor de compartir abiertamente tu corazón aquí. Gracias, de todo mi corazón. ¡Feliz verano!