Había una vez un elfo travieso llamado Copi, que vivía en el taller de Papá Noel. Copi era un elfo especial: tenía alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV).
Mientras sus amigos elfos disfrutaban de chocolate caliente y galletas con leche, Copi tenía que comer postres especiales que no le hacían daño. A veces se sentía diferente, pero había algo que lo hacía único: su valentía. 🌟
Un día, Papá Noel le confió una misión muy importante. "Copi, quiero que viajes a las casas de los niños con alergias alimentarias y les recuerdes que son tan mágicos como cualquier otro niño, porque ser especial no te hace menos, ¡te hace único! 🎁✨".
Así, Copi empezó a dejar mensajes de esperanza y amor en cada hogar, junto con un recordatorio importante: nunca olviden llevar su adrenalina, porque la magia también está en cuidarnos. 🧡
Hoy, Copi nos saluda desde su lugar favorito, al lado del árbol de Navidad, para recordarnos que la diferencia nos hace extraordinarios y que las familias que cuidan a sus pequeños alérgicos son las verdaderas heroínas de esta historia. 💪🎄
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